La temporada veraniega es, para muchos, la mejor época del año: días largos, noches cálidas, vacaciones y un sinfín de actividades y planes de ocio. Sin embargo, también puede ser un desafío mantener una alimentación saludable en verano. De hecho, según la Encuesta sobre Hábitos de Nutrición en España, seis de cada diez españoles cambian sus hábitos alimenticios en los meses estivales. Y no siempre es a mejor…
¿Cómo afecta el verano a la alimentación?
Ten en cuenta que, con la llegada del buen tiempo, vienen las barbacoas al aire libre, las comidas rápidas, los helados a media tarde, las cervecitas al anochecer… Un completo pack de ‘tentaciones’ que puede desviarte de tus objetivos nutricionales. En este sentido, ¿sabías que el 60% de las personas engorda durante el verano y, de estas, más de la mitad suma a la báscula 3 o más kilos? Así lo pone de manifiesto un estudio en el que se apunta al mayor consumo de alcohol y dulces, la menor práctica deportiva, el picoteo entre horas y el abuso de comidas procesadas como las principales causas de este fenómeno.
¿Qué alimentos consumir en tiempo de calor?
No obstante, existen pautas para mantener una alimentación saludable en verano, sin sacrificios. Lo primero es saber elegir los alimentos que te ayuden a mantenerte hidratado, liviano y fresco. Por eso, frutas y verduras de temporada como sandía, melón, pepino y tomates son opciones ideales. Estos productos no sólo son refrescantes, sino que también están llenos de vitaminas y minerales esenciales. Además, como mantener una alimentación saludable en verano también requiere de la ingesta de proteínas, lo recomendable es optar por proteínas ligeras y beneficiosas para el organismo, como las provenientes del pescado, el pollo y las legumbres.
¿Cómo ayuda el aceite de girasol a la dieta veraniega?
Además, en tu menú no te olvides del aceite de girasol. Puede ser tu aliado perfecto para conseguir unos hábitos adecuados en los meses veraniegos. Y es que este producto, además de por su versatilidad en cocina, también está repleto de beneficios para la salud especialmente necesarios cuando los termómetros suben.
Por un lado, el aceite de girasol es rico en vitamina E, un antioxidante que ayuda a proteger las células del cuerpo contra los daños y que es crucial para proteger la piel del sol. No olvides que, durante el verano, la piel está más expuesta a los rayos UV y los antioxidantes del aceite de girasol ayudan a combatir los radicales libres producidos por esta exposición. Así, un estudio de la Universidad de Harvard resalta que una dieta rica en antioxidantes puede disminuir los efectos del envejecimiento y mejorar la salud general de la piel.
Por otro lado, otro motivo para mantener una alimentación saludable en verano con aceite de girasol es su alto contenido en grasas insaturadas, las llamadas “grasas buenas”. Estas grasas insaturadas son conocidas por sus beneficios cardiovasculares. En concreto, ayudan a reducir los niveles de colesterol malo (LDL) y aumentar el colesterol bueno (HDL), una función muy útil cuando cometes algún exceso que otro. La Asociación Americana del Corazón recomienda incluir aceites ricos en grasas insaturadas, como el de girasol, en la dieta diaria para mantener el corazón saludable.
¿Cómo mantener una alimentación saludable en verano?
Aparte del empleo de estos ingredientes en tus comidas, también hay una serie de tips que puedes poner en práctica para mantener una alimentación saludable en verano.
Planificación y preparación
Aunque los horarios sean algo más flexibles, la dieta durante los meses de verano también requiere algo de planificación. Prepara tus comidas con antelación para evitar caer en la tentación de la comida rápida. Otro consejo es que cocines en casa y lleves contigo opciones saludables si vas a pasar el día fuera. Utiliza aceite de girasol para cocinar y aderezar tus platos, asegurándote de que cada bocado esté lleno de nutrientes beneficiosos.
Hidratación constante
El calor puede deshidratarte rápidamente, lo que puede provocar fatiga y otros problemas de salud. Opta por beber agua regularmente y consumir alimentos ricos en agua, como sandía, pepino y tomates. Si añade un chorrito de aceite de girasol a tus ensaladas mejorará el sabor y contribuirá a que tu cuerpo absorba mejor las vitaminas solubles en grasa, como la A, D, E y K.
Ensaladas frescas y coloridas
Convierte a las ensaladas en el pilar fundamental de tu dieta veraniega. Son refrescantes, fáciles de preparar -y de llevar- y puedes hacerlas tan nutritivas como desees. El aceite de girasol es perfecto para aderezar ensaladas, lo que añade ese extra de vitamina E y grasas saludables antes mencionadas.
Pescados y mariscos
El verano es la temporada perfecta para disfrutar de pescados y mariscos frescos. Estos alimentos son una excelente fuente de proteínas y ácidos grasos omega-3, que son esenciales para el funcionamiento del cerebro y la salud cardiovascular. Cocina tu pescado a la parrilla con un poco de aceite de girasol para un resultado más funcional. Y es que, según las investigaciones, combinar aceites vegetales ricos en vitamina E con pescados con alto contenido en omega-3 potencia los efectos beneficiosos para la salud.
Snacks saludables
El verano y los snacks van de la mano. Sin embargo, en lugar de optar por patatas fritas o dulces procesados, elige opciones más saludables. Las frutas frescas, los frutos secos y los vegetales cortados con un dip de hummus son excelentes alternativas. Prueba a hacer chips de verduras al horno con un ligero toque de aceite de girasol. Este snack es crujiente, sabroso y mucho más saludable que las opciones tradicionales.
Cocina al aire libre
La parrilla es una de las formas más populares de cocinar en verano, pero no tiene por qué ser una opción copiosa. En lugar de chorizo y panceta, puedes hacer verduras, pollo o pescado. Asegúrate de marinar tus carnes, pescados y vegetales con una mezcla de especias y aceite de girasol antes de ponerlos en la barbacoa. Así lograrás una cocción más uniforme y saludable.
Comidas ligeras y frecuentes
Por último, para mantener una alimentación saludable en verano, es imprescindible que te decantes por comidas ligeras y aumentes la frecuencia, en lugar de darte grandes banquetes. Opta por platos como cremas frías, ensaladas de legumbres o frutas frescas. El aceite de girasol puede ser una gran adición a estos platos ligeros, proporcionándote la energía y nutrientes necesarios sin sentirse pesado.
Como ves, mantener una alimentación saludable en verano no tiene por qué ser misión imposible. Al revés, con organización y un poco de imaginación, preparar tus platos estivales te resultará más sencillo y placentero. Y si necesitas un poco de inspiración, visita la web de Coosol; allí encontrarás un sinfín de recetas para convertirte en un ‘cocinillas healthy’. ¡Bon -et sain- appétit!