Desayunar todos los días una tostada con aceite es una opción muy saludable. Ahora bien, si sustituyes el pan integral por pan de molde, la acompañas de fiambre procesado en vez de aguacate y la sumerges en una azucarada leche chocolateada en lugar de en un té, el desayuno ya no será tan ‘healthy’, ¿verdad? Lo mismo ocurre con las semillas de girasol para picar. Pueden pasar de ser un superalimento a convertirse en un ultraprocesado según la composición final.
¿En qué debes fijarte al comprar semillas de girasol para picar?
De todos es sabido que las pipas, como fruto seco, no son solo una deliciosa opción de snack, sino que también ofrecen diversos beneficios para la salud. Sin embargo, es crucial que tengas en cuenta que no todas las pipas son iguales a nivel de calidad nutricional. ¿Sabías, por ejemplo, que hay semillas de girasol para picar a las que se les agregan químicos y sustancias que generan adicción? Por eso, te recomendamos que, al comprar este producto, te detengas a valorar su composición.
Tratamiento de las pipas
Lo primero que debes tener en cuenta es el tratamiento al que ha sido sometido este fruto. ¿Son naturales, horneadas o fritas? Ten en cuenta que las pipas de girasol son uno de los frutos secos más energéticos, con 570 calorías por cada 100 gramos, según la Fundación Española de la Nutrición. Y aunque contenga grasas buenas y muchos nutrientes valiosos, no hay que excederse en su consumo. Por eso, las opciones naturales o tostadas siempre resultan más saludables que las fritas, al ser menos calóricas.
Nivel de sal del fruto seco
Otra cuestión que debes plantearte al elegir las semillas de girasol para picar es si son pipas saladas, aguasal o naturales. Es cierto que las dos primeras hacen que el picoteo sea más sabroso. Sin embargo, el aumento de la sal en el fruto seco puede disparar los niveles de sodio un 600% respecto a las pipas naturales, con los perjuicios que puede causar un exceso de sal en la salud cardiovascular. Además, el mayor sodio merma otras propiedades saludables de estas semillas, generando, por ejemplo, una caída del contenido en ácidos grasos buenos, las proteínas y minerales como el magnesio, el potasio y el fósforo.
Otros aditivos
No solo se agrega sal a las semillas de girasol para picar. Seguro que has probado alguna vez pipas con sabor picante o a barbacoa. Pero incluso -y lo más preocupante- aunque el aspecto del producto sea el de unas pipas originales, te aconsejamos que leas la lista de ingredientes. Si te fijas, algunas marcas incorporan, además de sal, azúcares y edulcorantes, levaduras, proteínas hidrolizadas, saborizantes o potenciadores del sabor, como el famoso glutamato monosódico. ¿Y para qué? Precisamente, para hacerlas más palatables, aumentando su poder adictivo.
Presentación de las semillas de girasol para picar
Por último, otro factor que debes valorar es la presentación de las semillas de girasol para picar. El hecho de que compres pipas con cáscara o sin cáscara también es importante por la mayor o menor transmisión de los aderezos al fruto en sí. Por ejemplo, en una pipa salada, será mejor que sea con cáscara, ya que parte de la salazón se quedará en la cáscara; si es pelada, todos los aditivos acabarán en el organismo. En cambio, si son pipas no saladas, resulta mejor optar por semillas de girasol para picar con cáscara, ya que el entretenimiento de pelarlas reduce la ingesta. Sin embargo, si vas a destinar el producto como topping de desayunos o ensaladas, te resultará mucho más práctico tener pipas peladas a mano.
¿Cómo se deben comer las semillas de girasol?
En definitiva, de los diferentes tipos mencionados, las mejores semillas de girasol para picar son las naturales, sin sal, ni aditivos. Estas pipas ofrecen un equilibrio perfecto entre sabor y beneficios para la salud, siendo una elección ideal para aquellos que buscan una opción de snack nutritiva. Ahora bien, en el punto medio está la virtud. No pasa nada por comerte un puñado de pipas saladas un día viendo una peli o rendirte al ‘umami’ de unas pipas barbacoa muy de vez en cuando siempre que lo hagas con moderación y siendo consciente de lo que estás ingiriendo.
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