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Aceite de semillas: tipos y diferencias con el de oliva

El aceite de semillas cada vez está más presente en las cocinas españolas. De hecho, según las estadísticas del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Pesca, la diferencia entre el consumo de AOVE y estos aceites alternativos es cada vez menor, gracias sobre todo al popular aceite de girasol. Pero no es el único; existen muchos tipos de aceite de semillas que seguro querrás incorporar a tu gastronomía. ¡Te los descubrimos!

¿Qué tipos de aceites vegetales hay?

Antes de conocer los diferentes tipos de aceite de semilla, es importante que tengas claros los conceptos. ¿Sabes cuál es la diferencia entre un aceite de semillas y uno vegetal? ¿Qué es un aceite de fruto? ¿Dónde se enmarca el defenestrado aceite de palma o el de colza?

Los aceites vegetales hacen referencia a aquellas grasas que se obtienen de las plantas, a diferencia de las de origen animal, como puede ser la mantequilla, por ejemplo. Ahora bien, dentro de los aceites vegetales, existen a su vez dos categorías distintas. Hablamos, por un lado, de los aceites vegetales procedentes de frutos, como puede ser el de oliva, el de almendra, el de aguacate, el de palma o el de coco. Por otro, se encuentran los aceites de semillas, que son extraídos -como su propio nombre indica- de la semilla de determinadas plantas y cuyo máximo exponente es el aceite de girasol.

¿Cuáles son los tipos de aceite de semillas?

 

Sin embargo, en esta categoría de tipos de aceite de semillas, hay hueco para otras muchas posibilidades menos extendidas, pero que van despertando el interés del consumidor. ¿Has escuchado hablar de todos?

 

  • Aceite de girasol: Es conocido por su sabor suave y ligero y se ha convertido en una opción saludable dentro de los aceites vegetales debido a su contenido de ácidos grasos poliinsaturados y vitamina E.
  • Aceite de soja: De origen asiático, se produce a partir de las semillas de soja y es ampliamente utilizado en la industria alimentaria hasta el punto de que es el más producido a nivel mundial. Es rico en ácidos grasos poliinsaturados, aminoácidos, vitaminas E y A, yodo y zinc y contiene fitoquímicos beneficiosos para la salud cardiovascular, la piel y los huesos.
  • Aceite de maíz: Se extrae del germen del maíz y destaca por su contenido de vitamina E, antioxidantes y ácidos grasos esenciales. Es utilizado tanto en la cocina, como también en la industria cosmética.
  • Aceite de calabaza: El aceite de semilla de calabaza es rico en antioxidantes y ácidos grasos omega-6. Tiene un sabor ligeramente tostado y se utiliza tanto en platos salados como en postres.
  • Aceite de uva: Extraído de las semillas de uva, este aceite es conocido por su alto contenido de antioxidantes, vitamina E y ácido linoleico que le confieren propiedades positivas para la salud cardiovascular. Es más, no contiene colesterol, por lo que es recomendable para personas con diabetes, obesidad o hipertensión. También es beneficioso para la salud de la piel, por lo que se utiliza en cosmética, además de gastronomía.
  • Aceite de colza: También denominado aceite de nabina o aceite de canola, se elabora a partir de las semillas de la planta de colza. Aunque estuvo implicado en el escándalo del “Síndrome del Aceite Tóxico” surgido en los 80, ya está comprobado que el problema se debía a la adulteración del producto con anilina. Por tanto, su consumo hoy día es seguro. De hecho, es ampliamente utilizado en el norte de Europa como condimento.
  • Aceite de linaza: Procedente de la planta de lino, es conocido por su alto contenido de ácido alfa-linolénico, que es un ácido graso omega-3, además de linoleico, vitamina E y otros compuestos beneficiosos. Gracias a su composición nutricional, es habitual verlo como suplemento dietético. No obstante, también puedes probar esta variedad de aceite de semillas en tus platos.
  • Aceite de cacahuete: También llamado aceite de maní, se extrae de las semillas de cacahuete y su uso está muy extendido en los países del sudeste asiático por su característico sabor y sus beneficios para la salud, al ser rico en grasas monoinsaturadas.
  • Aceite de algodón: Por último, de las semillas de la planta del algodón también se extrae un aceite no muy popular, con un color oscuro y un sabor y aroma distintivo que quizá hayas probado ya, porque se suele usar en la producción de aperitivos, margarinas o aliños de ensaladas.

¿En qué se diferencian los aceites de semillas del aceite de oliva?

Si bien cada uno de los tipos de aceite de semillas tiene un perfil nutricional único y puede ser utilizado en diferentes preparaciones culinarias, una de las claves del auge de estas grasas es su alto contenido en ácidos grasos poliinsaturados, esenciales para el buen funcionamiento del organismo. Esto provoca que esta variedad de aceite reúna propiedades saludables similares a las del aceite de oliva, diferenciándose ambos de otras grasas donde la presencia de grasas saturadas (las “malas) es mayor, como el aceite de palma o las grasas de origen animal.

 

Además, su sabor suave y versatilidad en la cocina lo convierten en una opción atractiva para aquellos interesados en la gastronomía y la alimentación saludable. Y es que los diferentes tipos de aceites de semillas se pueden emplear desde aderezos para ensaladas hasta salteados, frituras y postres.

 

Por último, junto a los beneficios para la salud y la versatilidad de su uso, no puedes olvidar el precio. En general, los aceites de semilla suelen ser más económicos que el aceite de oliva, por lo que cada vez son más las personas que están apostando por esta alternativa. ¿Y tú? ¿Quieres ‘cambiar de bando’? En Coosol encontrarás diferentes tipos de aceites de semilla, como el tradicional de girasol, de maíz o una combinación de girasol y soja. ¡Pruébalos!