Si has prestado atención últimamente en el supermercado, seguro que habrás visto la denominación de aceite de girasol alto oleico. De hecho, lo puedes encontrar en la sección de aceites, junto a las botellas de aceite de girasol tradicional o el aceite de oliva, o también verlo como ingrediente destacado de otros productos, como galletas o conservas. Pero, ¿sabes a qué se refiere realmente este concepto y qué cualidades tiene?
¿Qué es el aceite de girasol alto oleico?
Como su propio nombre indica, el aceite de girasol alto oleico es aquel que contiene una cantidad de ácido oleico mayor a la del aceite de girasol “normal”. Esto hace que sea nutricionalmente más parecido al aceite de oliva, pues sustituye parte de la grasa poliinsaturada (representada principalmente por el ácido linoleico) por grasa monoinsaturada (procedente del ácido oleico), responsable de muchos de los beneficios para la salud del AOVE.
Ten en cuenta que, en el aceite de oliva, la presencia del ácido oleico se sitúa de media entre el 70% y el 80% -aunque a nivel normativo la horquilla admitida puede oscilar entre el 55% y el 83%, según el Consejo Oleícola Internacional-. En cambio, en el aceite de girasol tradicional, el porcentaje de ácido oleico representa un 25%, frente al linoleico, que constituye el 60%.
¿Qué contiene el aceite oleico?
¿Y qué ocurre con el aceite de girasol alto oleico? Para que un aceite de girasol sea catalogado dentro de esta variante es necesario que el contenido de ácido oleico alcance, al menos, el 75%. Como ves, muy cercano al máximo establecido para el aceite de oliva.
Una optimización que se consigue gracias a la selección de la materia prima que se emplea en la elaboración del aceite. Es decir, el proceso para producir aceite de girasol alto oleico es el mismo que para una modalidad común, con la excepción de que las semillas son escogidas por su gran contenido en esta grasa saludable. Esta posibilidad se la debemos a Karm Ivanovich Soldatov que consiguió bloquear la enzima FAD-2, responsable de producir el ácido linoleico a partir del ácido oleico en el aceite de girasol. De este modo, esta transformación no se produce y la planta es capaz de generar un aceite rico en ácido oleico.
¿Qué significa que un aceite es alto oleico a nivel práctico?
Ya que conoces la teoría sobre qué es el aceite de girasol alto oleico, te estarás preguntando qué ventajas o beneficios supone esta variante.
- Mejores propiedades nutricionales. Al potenciar la presencia de grasas monoinsaturadas en detrimento de las poliinsaturadas, este tipo de aceite de girasol consigue unas propiedades para la salud, especialmente a nivel cardiovascular, muy similares a las del aceite de oliva.
- Más poder antioxidante. Junto al incremento de ácido oleico, este producto también presenta un mayor contenido de vitamina E, clave para luchar contra el envejecimiento originado por los radicales libres.
- Precio asequible. Si bien el aceite de girasol alto oleico es una versión mejorada del aceite de girasol, su precio sigue siendo inferior al de otras alternativas, como el aceite de oliva.
- Sabor suave. Este producto, igual que el aceite de girasol clásico, también tiene un sabor suave.
- Estabilidad. Otra de las cualidades del aceite de girasol alto oleico es su alta estabilidad. Esto se traduce en una mayor capacidad de conservación, resistencia al calor y rendimiento en cocina. Así, según nuestros estudios, Dura un 68% más que un aceite de girasol convencional (Hasta 13 frituras más) y supone un 16% de ahorro de coste por frituras.
¿Qué tan bueno es el aceite oleico para cocinar?
Como decíamos, el aceite de girasol alto oleico es más estable y tiene más resistencia a las altas temperaturas. En concreto, el punto de humo (ese momento en el que el producto comienza a degradarse) se sitúa en 225º. De ahí que sea perfecto para cocinar y una opción más que recomendable para preparar frituras. De hecho, el Gobierno está preparando un real decreto sobre alimentación saludable en los centros educativos en el que prevé que las escuelas solo puedan usar aceite de oliva o aceite de girasol alto oleico para cocinar o freír.
Además, sus excelentes propiedades nutricionales lo convierten también en una excelente alternativa para su uso en crudo y su sabor suave está especialmente indicado en el caso de recetas de repostería.
Podríamos decir que el aceite de girasol alto oleico toma lo mejor del aceite de girasol y del aceite de oliva para ofrecer una nueva posibilidad culinaria. ¿Aún no la has probado? En Coosol contamos con diferentes variedades: Coosol Especial Freír, Coosol Alto Oleico y Coosol Alto Oleico 80%. Todos están pensados para que tus frituras resulten más crujientes y ligeras al tiempo que aumentas el rendimiento entre un 50 y un 148% más que un aceite convencional. ¡Pruébalos!