Cuando piensas en aceite de girasol, quizá lo asocies con determinadas recetas, como una mayonesa o una fritura. Sin embargo, lo cierto es que esta grasa vegetal tiene múltiples usos gastronómicos… y hasta cosméticos. ¿Cómo se puede consumir el aceite de girasol? Descubre el potencial de este alimento.
¿Por qué consumir aceite de girasol?
En España se consume una media de 3,35 litros de aceite de girasol al año por persona, según las estadísticas del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, y poco a poco este producto está adquiriendo más presencia en nuestra dieta. La causa de su auge es la mayor conciencia sobre los beneficios que aporta al organismo, unido a un precio más económico frente a otras alternativas.
De ahí que antes de hablar sobre cómo se puede consumir el aceite de girasol, sea necesario aclarar por qué potenciar su uso en tu cocina. Ten en cuenta que esta grasa vegetal es rica en poliinsaturados, esenciales para que la salud. Destaca el alto contenido en ácido linoleico, rico en Omega 6, una sustancia que el cuerpo no puede sintetizar por sí solo, y en vitamina E, conocida por su poder antioxidante. ¿Sabías que, según la Fundación Española de Nutrición, el consumo de una cucharada de aceite de girasol al día aporta el 41% de la ingesta de vitamina E recomendada para hombres y mujeres de 20 a 39 años y con una actividad física moderada?
Como consecuencia, incluir el aceite de girasol en tu menú te ayudará a prevenir problemas cardiovasculares y a disminuir la absorción de colesterol en el intestino y la producción del mismo. También contribuye a combatir la artritis y dolores en articulaciones y huesos y estimula el sistema inmunológico. A nivel estético, este alimento te permite protegerte de los radicales libres y retener la humedad de la piel y facilitar la formación de elastina y colágeno, con lo que es también un aliado para frenar el envejecimiento.
¿Cómo se puede consumir el aceite de girasol?
Consciente de los beneficios del aceite de girasol, es el momento de ampliar tu recetario en el que incluyas esta grasa vegetal. ¿Cómo se puede consumir el aceite de girasol?
- Salsas. Es uno de los usos más habituales para este producto. Su ligereza y sabor suave lo hacen perfecto a la hora de preparar salsas y mayonesas más sutiles y digestivas.
- Repostería. Lo mismo ocurre con los platos dulces. El aceite de girasol, a diferencia de otros aceites vegetales, no interfiere en el sabor final del postre, al tiempo que evita las grasas saturadas que aportan productos de origen animal, como la mantequilla. De ahí que sea un ‘must-have’ en repostería.
- Aliños. Aunque tradicionalmente se ha usado el aceite de oliva para su consumo en crudo, el aceite de girasol es también una opción saludable para preparar los aliños o darle el toque final a entrantes y aperitivos, especialmente si te gusta que sean los ingredientes del plato los que ostenten el protagonismo.
- Conservas. Más fácil aún. Para saber cómo se puede consumir el aceite de girasol y acceder a sus beneficios solo tienes que abrir una lata. Y es que este producto es de los más empleados en el ámbito conservero.
- Frituras. Aunque tiene fama de que no aguanta tan bien como otros las altas temperaturas, el aceite de girasol soporta hasta 170 grados centígrados sin degradarse, más que suficiente para disfrutar de unos crujientes fritos. Eso sí, como recomienda la OCU para todos los aceites vegetales, no excedas esta temperatura y cámbialo periódicamente.
¿Pensabas que el aceite de girasol era de uso limitado? Ya ves que a la hora de decidir cómo se puede consumir el aceite de girasol, hay muchas posibilidades propias de una dieta equilibrada y variada. ¿Manos a la obra? Echa un vistazo a la gama de productos de Coosol, donde podrás elegir el mejor aceite para cada ocasión.
