¿Quieres dar un toque de luz a tu hogar incluso en los días nublados? Entonces necesitas un girasol. Por suerte, esta planta no sólo es bonita y alegre, también es fácil de atender… si sabes cómo hacerlo. Te contamos cómo cuidar un girasol en casa con trucos de experto para que dure más, florezca mejor y no se te marchite en dos días.
🌿 Características del girasol
El girasol (Helianthus annuus) tiene su origen en América, aunque hoy reina en media España. De hecho, el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación cifra en más de 876.000 las hectáreas dedicadas a su cultivo. Su principal característica es su flor de gran tamaño, amarilla como el sol del mediodía y con un centro oscuro que guarda las semillas. Es decir, no es sólo ornamental: es la misma flor de la que se obtiene el aceite de girasol, que tantos beneficios tiene en la cocina saludable.
Y otro dato asociado el girasol. Seguro que has escuchado que esta flor gira siguiendo al sol. Es lo que se conoce como fototropismo. Pero ¿sabías que este fenómeno sólo ocurre en los ejemplares jóvenes? Cuando maduran, la mayoría se queda mirando al este, como si esperaran el amanecer.
Como consecuencia, e independiente del tipo de girasol que tengas en tu hogar, esta planta necesita mucho sol. Pero también tierra fértil, bien drenada y riego controlado. Así, aunque no es una planta de interior en el sentido estricto, con los cuidados adecuados puede crecer en una maceta en una terraza o balcón.
☀️ ¿Cómo cuidar un girasol en casa?
Ahora bien, no es lo mismo tener un girasol recién cortado en un florero que cultivarlo desde la maceta con tus propias manos. Por eso, en esta guía de cómo cuidar un girasol en casa, vamos a diferenciar bien ambos escenarios. Porque sí, ambas formas alegran la vista. Sin embargo, las atenciones son distintas, y también los resultados.
💐 ¿Cómo cuidar un girasol cortado?
¿Te regalaron un ramo de girasoles y quieres que no se marchiten a la primera de cambio? Estos son los pasos que debes seguir:
Corta los tallos en diagonal. Al llegar a casa, recorta los tallos unos dos centímetros en diagonal. Esto mejora la absorción del agua y retrasa el marchitamiento.
Cambia el agua cada dos días. No esperes a que huela raro. Usa agua fresca, y, si puedes, añade unas gotas de limón o un trocito de carbón vegetal.
Coloca el florero lejos del sol directo y del aire acondicionado. Aunque aman el sol en el campo, los girasoles cortados prefieren ambientes frescos y sin corrientes bruscas.
Quita las hojas bajas. Si tocan el agua, pueden generar bacterias que echan a perder el ramo más rápido.
Reaviva con agua caliente. Si ves que tu girasol empieza a decaer, pon el tallo unos minutos en agua caliente (unos 50 °C). Esto puede reactivar la circulación y devolverle la vida, como si de una RCP vegetal se tratara.
Si sigues estos trucos de cómo cuidar un girasol en casa cuando está en el florero puedes extender su vida hasta una semana o más. Y, además, luego puedes secarlo y usarlo como elemento decorativo imperecedero. Nada mal para una flor que parece salida de una pintura de Van Gogh, ¿verdad?
🪴 ¿Cómo se cuida un girasol en maceta?
¿Prefieres ver crecer el tuyo desde semilla hasta flor? También tenemos tips de cómo cuidar un girasol en casa en caso de plantas en maceta:
Ubicación, ubicación, ubicación. Los girasoles necesitan mínimo 6 horas de sol directo al día. Por eso es importante que coloques la maceta en balcones orientados al sur o al este, donde ‘Lorenzo’ les dé los buenos días con ganas.
Riego justo y necesario. El girasol es una planta de secano, pero no un cactus: hay que regarla con sentido común. Eso supone echarle agua sólo cuando la tierra esté seca al tacto, sin encharcar. Demasiada agua pudre las raíces; poca agua seca la flor. La clave está en el equilibrio, como en la buena cocina.
Poda los tallos secos y las hojas marchitas. Esto estimula el crecimiento y evita que la planta pierda energía en partes que ya no sirven.
Trasplanta si se queda pequeña la maceta. El girasol crece rápido. Si ves que se encorva, puede necesitar más espacio para expandirse. Usa una maceta profunda de al menos 30 cm.
¿Tu girasol está triste? Reanímalo. Si lo ves decaído, revisa si tiene plagas, si está quemado por el sol o si el sustrato es el adecuado. A veces sólo necesita un cambio de aire… como tú después de una semana de trabajo.
Tener un girasol en casa no es un mero capricho estético. Es un pequeño compromiso con la naturaleza, con el ritmo de las estaciones y con la alegría que solo una flor así puede darte. Estos consejos te ayudarán a entender cómo cuidar un girasol en casa en maceta o florero sin que se convierta en un drama botánico. ¿Te ha picado el gusanillo verde? En el blog de Coosol te esperan más consejos para llevar una vida natural, sabrosa y llena de energía positiva. 🌻 Visítanos y descubre mucho más que flores.