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Aceite de girasol en frituras

 

El aceite de girasol es, junto con el de oliva, una de las grasas más recomendadas para usar en frituras, pero… atención, no todos son iguales. Si buscamos obtener los mejores resultados, debemos optar por una variedad especial para frituras, que no es otra que la alto-oleica. Te contamos por qué.

¿Qué es el aceite de girasol alto-oleico?

Cuando hablamos de aceite de girasol alto-oleico nos referimos a una variedad que ha sido seleccionada para conseguir una alta proporción de ácido oleico, un ácido graso monoinsaturado rico en omega-9. Este aceite no contiene grasas trans y posee un perfil similar al del aceite de oliva.

Esta variedad de aceite de girasol tiene una gran estabilidad térmica y oxidativa, es decir, una mayor resistencia a la oxidación y posibilidades de uso, ya que es menos susceptible al deterioro con las altas temperaturas que se alcanzan en el proceso de fritura, por lo que es ideal para este tipo de cocinado.

Además, el aceite de girasol alto-oleico permite que los alimentos absorban menor cantidad de grasa durante la fritura, con un resultado más apetecible porque su textura es mejor, y mucho más saludables. Y no solo eso, sino que, además, se generan menos humos y olores durante el proceso.

¿Cuántas veces podemos utilizarlo para freír?

Al ser tan estable y resistente al calor, el aceite de girasol alto-oleico se puede reutilizar hasta 25 veces, según reconocen desde la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), siempre y cuando se mantenga en buenas condiciones y se sigan una serie de consejos.

  • En primer lugar, al igual que ocurre con otros aceites, es conveniente mantenerlo al abrigo de la luz y del calor, para evitar que se enrancie.
  • En segundo lugar, especialmente si usamos freidora, hay que cerrar ésta con una tapa, para evitar el contacto con el oxígeno, que podría acelerar su deterioro.
  • En tercer lugar, a ser posible, hay que freír a una temperatura máxima de 180ºC y, si vamos a hacer varias tandas de alimentos, no dejaremos que se enfríe entre una y otra.
  • En cuarto lugar, hay que procurar retirar el exceso de humedad de los alimentos que vayamos a freír antes de que entren en contacto con el aceite, ya que ésta también contribuye a que se degrade con mayor rapidez y, por tanto, haya que desecharlo antes de tiempo.
  • Y, por último, procuraremos freír en pequeñas cantidades, no más de 200 gramos de alimentos por cada litro de aceite de girasol, para lograr una mejor fritura.