¿Sabías que hay un plato español capaz de conquistar los corazones y los paladares de todo aquel que lo prueba? ¡Así es, las famosas patatas bravas! Estas deliciosas y adictivas papas tienen una historia intrigante y un sabor tan irresistible que te dejará rogando por más.
Las patatas bravas son un ícono de la gastronomía española y han conquistado los bares y restaurantes de todo el país. Su origen se remonta a las calles de Madrid, en los años 60, cuando los madrileños buscaban una opción deliciosa para acompañar sus bebidas en los animados bares de la ciudad. Y así nacieron las patatas bravas, un auténtico regalo culinario.
¿Qué hace a estas patatas bravas tan especiales y tan populares?
Es simple, es su combinación única de sabores y texturas. Imagina esto: unas patatas cortadas en cubos o gajos, doradas y crujientes por fuera, pero tiernas y suaves por dentro. Y para rematar, una salsa brava que te hará estremecer de placer. Esta salsa, a base de tomate, ajo, pimentón y otras especias secretas, añade un toque picante y sabroso que te hace querer comer más y más. Si esta salsa te resultase demasiado picante, una opción alternativa sería usar salsa alioli casera, igualmente perfecta para inundar de sabor tu paladar.
Las patatas bravas son tan populares que se han convertido en una auténtica estrella en los bares y restaurantes de España. Incluso han traspasado fronteras y se han ganado el corazón de los amantes de la comida española en todo el mundo. Su fama es tal, que no hay tapas sin patatas bravas, ni reunión con amigos sin este delicioso y tentador aperitivo.
Así que, si te atreves a embarcarte en una aventura culinaria llena de sabor y emoción, no puedes dejar de probar estas patatas. Prepárate para deleitar tu paladar con la combinación perfecta de patatas crujientes y salsa picante. Serán el alma de tus fiestas y el objeto de deseo de tus amigos.
Anímate a preparar esta receta con el paso a paso que te dejamos a continuación. ¡Que comience la fiesta de sabores con las patatas bravas como protagonistas!
350 Kcal
4 comensales
45 minutos
Ingredientes
1 cucharada de pimentón dulce
1 cucharada de vinagre
1 cucharadita de azúcar
1 cucharadita de comino
1 kg de patatas
2 cucharadas de tomate frito
2 dientes de ajo
Aceite de girasol
de vino blanco
Sal 1 cebolla grande
Salsa brava (opcional) Alioli (opcional)
Realización
Aprende a hacer patatas bravas caseras fácil:
Primero
Pelar las patatas y cortarlas en trozos grandes, del tamaño de un bocado. Lavarlas y secarlas bien con papel de cocina.
Segundo
En una sartén grande, calentar suficiente aceite de girasol para cubrir las patatas. Una vez caliente, añadir las patatas y cocinar a fuego medio durante unos 15-20 minutos, o hasta que estén doradas y crujientes por fuera y tiernas por dentro. Es importante remover las patatas de vez en cuando para que se cocinen de manera uniforme.
Tercero
Mientras tanto, picar la cebolla y los ajos en trozos pequeños. En otra sartén, calentar un poco de aceite de girasol y añadir la cebolla y los ajos. Cocinar a fuego medio hasta que estén dorados y tiernos.
Cuarto
Añadir el tomate frito, el pimentón dulce, el comino, el vinagre de vino blanco y el azúcar a la sartén con la cebolla y los ajos. Remover bien y cocinar durante unos minutos más, hasta que la salsa tenga una consistencia espesa y homogénea.
Quinto
Una vez que las patatas estén cocidas, retirarlas de la sartén y escurrirlas bien en papel absorbente para retirar el exceso de aceite.
