El maíz es uno de los cereales más antiguos presentes en la dieta del ser humano y, en la actualidad, el que mayor superficie de cultivo registra en todo el mundo. Esto es así porque, a partir del maíz se llegan a crear más de 4.000 productos diferentes para diferentes tipos de industrias, desde los plásticos al textil, pasando por la alimentación (tanto humana como animal), farmacia, papelería, detergentes, biocombustibles o alimentos. Algo más del 45% de esta producción se destina al consumo humano en forma de aceite, harinas, jarabes o, por supuesto, maíz de consumo directo, ya sea fresco –en mazorca– o en conserva –en grano–. En el caso del aceite de maíz, os contamos cómo es la producción en el mundo, quiénes son los principales países productores y qué lugar ocupa España en el ranking.
Estados Unidos, a la cabeza de la producción de aceite de maíz
En el mundo, según los últimos datos correspondientes al ejercicio 2019-2020, se producen casi 3,2 millones de toneladas de aceite de maíz cada año, de las cuales, más del 50%, aproximadamente 1,8 millones de toneladas proceden de Estados Unidos, que se alza con el primer lugar en el ranking de países productores.
Tras el gigante americano se sitúa China, aunque a bastante distancia, con una producción anual de algo más de 277.000 toneladas de aceite de maíz. Y en tercer lugar encontramos a Turquía, con algo más de 192.000 toneladas.
Dentro de la Unión Europea, el principal país productor de aceite de maíz es Italia, con 65.200 toneladas, seguido de Francia, con 55.900.
España, en el puesto 17 del ranking
En España se cultivan, según datos del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación –MAPA– unos 4 millones de toneladas de maíz, siendo el tercero en importancia, por detrás del trigo blando y la cebada. Nuestro país importa 9,5 millones de toneladas al exterior.
En cuanto a la producción de aceite de maíz, para encontrar a España en el ranking mundial tenemos que bajar hasta el puesto número 17, con las 18.600 toneladas de producción anual con que cuenta. Eso sí, es la tercera mayor producción dentro de la Unión Europea. Y es que, aunque en nuestro país hay mayor tradición de consumo de otros aceites vegetales, especialmente de oliva y de girasol, sí que comienza a contar con un público que apuesta por esta variedad de aceite.