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79 Kcal
2 comensales
40 minutos

Ingredientes

1 calabacín

1 Huevo

2 tomates

300 gramos de sepias pequeñas congeladas

Aceite de girasol

Harina

Sal

Realización

Paso 1

Para comenzar con esta receta, lo primero que debes hacer es descongelar todas las sepias, por lo que te recomendamos que las bajes del congelador al frigorífico el día anterior a cocinar las sepias fritas con calabacín.

Paso 2

Con tus sepias ya descongeladas y escurridas de agua y demás, calienta una sartén a fuego medio con abundante cantidad de aceite hasta que notes que está bien caliente. A continuación, introduce las sepias y fríelas hasta que veas que toman una consistencia tierna.

Paso 3

Una vez que veas que las sepias están listas, retíralas del fuego, colócalas en un recipiente cubierto con papel absorbente de cocina para escurrir el exceso de aceite y déjalas reposar por un rato.

Paso 4

Con tus sepias ya listas, corta en rodajas de grosor mediano, ni muy finas, ni muy gruesas. Rebosa las rodajas de calabacín en una mezcla de harina y huevo batido preparada previamente, que puedes sazonar a tu gusto con sal, pimienta y demás condimentos de tu preferencia.

Paso 5

Una vez que tengas todas tus rodajas de calabacín embebidas y rebozadas en la mezcla, calienta nuevamente una sartén con abundante cantidad de aceite como hiciste con las sepias, y una vez más fríe el calabacín hasta que tome una tonalidad dorada, cuidando que las rodajas no se desgranen durante el proceso.

Paso 6

Retira las rodajas de calabacines de la sartén y colócalas en un plato cubierto en papel absorbente y, una vez que hayas escurrido el exceso de aceite tanto de las sepias como de las rodajas, podrás pasar a porcionar y emplatar.

Paso 7

Reparte el calabacín en las porciones que quieras y haz exactamente lo mismo con las sepias fritas. Lava muy bien el tomate (quitarle la piel es opcional) y córtalo en trozos bien pequeños para colocarlos junto con las sepias y el calabacín.

Paso 8

Lo último que debes hacer es sazonar el tomate y servir, pero si quieres acompañar este plato con algo más, puedes optar por ensaladas de hojas verdes, cebollas caramelizadas, salsas para acompañar e incluso patatas fritas. Las guarniciones dependen de tus gustos personales, ¡anímate a probar!