Embárcate en un viaje de sabores con el pisto manchego, un plato tradicional español que captura la esencia de la cocina mediterránea. Este guiso de hortalizas es un homenaje a la simplicidad y la calidad, combinando ingredientes frescos en una sinfonía de color y sabor. Ideal como plato principal o como guarnición, el pisto manchego es nutritivo, sabroso y perfectamente adaptable a cualquier temporada.
Secretos para un Pisto Manchego Auténtico
Aunque la receta del pisto manchego es sencilla, hay algunos trucos que puedes seguir para elevar este plato a la perfección:
- Ingredientes de calidad: Selecciona verduras frescas y de temporada para un sabor más intenso y auténtico.
- Cocción pausada: Cocina las verduras a fuego lento para que se caramelicen y desarrollen profundidad en su sabor.
- Orden de adición: Añade las verduras en el orden correcto para garantizar una cocción perfecta, comenzando por las que tardan más en ablandarse.
- Punto de sal: Sazona adecuadamente durante la cocción para realzar los sabores naturales de las hortalizas.
- Reposo: Deja reposar el pisto unos minutos antes de servir para que los sabores se asienten y se intensifiquen.
Con estos consejos, estarás listo para preparar un pisto manchego que no solo te transportará a las tierras de La Mancha, sino que también te hará disfrutar de la verdadera cocina de confort española.
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200 Kcal
4 comensales
60 minutos
Ingredientes
Realización
Calienta el aceite de girasol Coosol en una sartén grande a fuego medio. Añade la cebolla y el ajo, y sofríe hasta que estén transparentes. Este paso es crucial para que los sabores se concentren y las verduras suelten todo su aroma.
Agrega los pimientos verde y rojo a la sartén. Cocina durante unos 5 minutos o hasta que comiencen a ablandarse. La combinación de los diferentes pimientos aporta no solo un contraste de colores, sino también de sabores.
Incorpora los calabacines y continua cocinando durante otros 5 minutos. Stir frequently to ensure even cooking and to prevent sticking.
Añade los tomates triturados, el azúcar (para equilibrar la acidez de los tomates), sal y pimienta al gusto. Reduce el fuego y deja que el pisto cocine lentamente durante unos 25 a 30 minutos. Durante este tiempo, los sabores se mezclarán armoniosamente.
Prueba y ajusta el sazonado con sal y pimienta, si es necesario. El pisto debe tener una textura espesa y todos los ingredientes bien cocidos.
El pisto manchego puede ser servido tanto caliente como frío, según se prefiera. Es perfecto como acompañamiento de platos de carne o pescado, o puede disfrutarse solo con un trozo de pan crujiente.
