Sumérgete en el crujiente mundo de los aperitivos con una receta clásica que nunca pasa de moda: los aros de cebolla caseros. Ya sea para picar algo en una reunión con amigos, como complemento de una jugosa hamburguesa o simplemente para disfrutar de un snack delicioso, estos aros dorados son una opción segura para satisfacer tus antojos. La magia de estos aros radica en su exterior dorado y su interior tierno, una combinación que hace imposible resistirse a ellos.
Aros de cebolla caseros que sean la envidia de cualquier restaurante:
- Elección de la cebolla: Opta por cebollas grandes y firmes que faciliten el corte de aros uniformes y sean más fáciles de manejar.
- Corte preciso: Utiliza un cuchillo bien afilado o un mandolín para cortar aros de un grosor constante que se cocinarán de manera uniforme.
- Rebozado sin grumos: Asegúrate de que la mezcla para rebozar esté libre de grumos para que se adhiera de manera uniforme a cada aro de cebolla.
- Controla la temperatura del aceite: Mantén el aceite a una temperatura constante para que los aros se doren perfectamente sin quemarse o quedar empapados.
- Escurrido eficiente: Tras freír, coloca los aros sobre papel absorbente para eliminar el exceso de aceite y mantener la textura crujiente.
Con estos consejos en tu arsenal culinario, estás preparado para cocinar unos aros de cebolla caseros que se robarán el show. ¡Manos a la obra y a disfrutar de este crujiente placer!

300 Kcal

4 comensales

20 minutos
Ingredientes
Realización
Pelar las cebollas y cortarlas en rodajas de aproximadamente 5 mm de grosor. Separar cuidadosamente las rodajas en aros individuales.
En un recipiente grande, mezclar la harina, el pimentón dulce, la sal y el ajo en polvo. En otro recipiente, batir los huevos y añadir la leche, mezclando hasta obtener una consistencia homogénea.
Sumergir cada aro de cebolla primero en la mezcla de huevo y luego en la harina condimentada.
A continuación, pasar cada aro por el pan rallado, asegurándose de que estén bien cubiertos.
Calentar el aceite de girasol Coosol en una sartén profunda o freidora. Freír los aros empanizados por unos 2-3 minutos o hasta que estén dorados y crujientes. Retirar los aros del aceite y escurrirlos en papel absorbente para eliminar el exceso de grasa.