79 Kcal
2 comensales
40 minutos
Ingredientes
1 calabacín
1 Huevo
2 tomates
300 gramos de sepias pequeñas congeladas
Aceite de girasol
Harina
Sal
Realización
Para comenzar con esta receta, lo primero que debes hacer es descongelar todas las sepias, por lo que te recomendamos que las bajes del congelador al frigorífico el día anterior a cocinar las sepias fritas con calabacín.
Con tus sepias ya descongeladas y escurridas de agua y demás, calienta una sartén a fuego medio con abundante cantidad de aceite hasta que notes que está bien caliente. A continuación, introduce las sepias y fríelas hasta que veas que toman una consistencia tierna.
Una vez que veas que las sepias están listas, retíralas del fuego, colócalas en un recipiente cubierto con papel absorbente de cocina para escurrir el exceso de aceite y déjalas reposar por un rato.
Con tus sepias ya listas, corta en rodajas de grosor mediano, ni muy finas, ni muy gruesas. Rebosa las rodajas de calabacín en una mezcla de harina y huevo batido preparada previamente, que puedes sazonar a tu gusto con sal, pimienta y demás condimentos de tu preferencia.
Una vez que tengas todas tus rodajas de calabacín embebidas y rebozadas en la mezcla, calienta nuevamente una sartén con abundante cantidad de aceite como hiciste con las sepias, y una vez más fríe el calabacín hasta que tome una tonalidad dorada, cuidando que las rodajas no se desgranen durante el proceso.
Retira las rodajas de calabacines de la sartén y colócalas en un plato cubierto en papel absorbente y, una vez que hayas escurrido el exceso de aceite tanto de las sepias como de las rodajas, podrás pasar a porcionar y emplatar.
Reparte el calabacín en las porciones que quieras y haz exactamente lo mismo con las sepias fritas. Lava muy bien el tomate (quitarle la piel es opcional) y córtalo en trozos bien pequeños para colocarlos junto con las sepias y el calabacín.
Lo último que debes hacer es sazonar el tomate y servir, pero si quieres acompañar este plato con algo más, puedes optar por ensaladas de hojas verdes, cebollas caramelizadas, salsas para acompañar e incluso patatas fritas. Las guarniciones dependen de tus gustos personales, ¡anímate a probar!