La Pizza Frita: Una Deliciosa Variante de la Tradicional Pizza Italiana
La pizza frita es una variante deliciosa y menos conocida de la tradicional pizza italiana. Originaria de las calles napolitanas, donde se vendía como un bocado rápido y económico, este platillo ha ganado popularidad por su sabor intenso y su textura crujiente. Ideal para una comida informal, la pizza frita es sorprendentemente fácil de preparar en casa, y con los ingredientes adecuados, puede convertirse en el favorito de todos.
La pizza frita se caracteriza por su masa esponjosa por dentro y crujiente por fuera, que se logra al freír en lugar de hornear. Tradicionalmente, se rellena con ingredientes simples como tomate, mozzarella y ricota, aunque las variantes modernas incluyen una amplia variedad de rellenos, desde embutidos hasta verduras.
Esta receta es perfecta para quienes buscan experimentar con sabores auténticos italianos sin la necesidad de un horno de pizza. La combinación de la masa frita con el queso derretido y los ingredientes frescos ofrece una experiencia culinaria única que seguramente encantará a toda la familia.
¡Atrévete a probar la pizza frita y descubre por qué este manjar napolitano está conquistando corazones en todo el mundo!
450 Kcal
4 comensales
30 minutos
Ingredientes
Realización
En un tazón pequeño, disuelve la levadura fresca en el agua tibia y deja reposar durante 5 minutos hasta que empiece a espumar.
En un bol grande, mezcla la harina con la sal. Añade la mezcla de levadura y agua. Amasa hasta obtener una masa suave y elástica, aproximadamente 10 minutos.
Cubre la masa con un paño húmedo y deja reposar en un lugar cálido durante aproximadamente 1 hora, o hasta que doble su tamaño.
Ralla la mozzarella y corta el pepperoni en rodajas finas. Reserva unas hojas de albahaca para decorar.
Una vez levada, divide la masa en cuatro partes iguales. Estira cada porción en un círculo fino.
Coloca una capa de salsa de tomate sobre cada base de masa, seguido de mozzarella y pepperoni.
Calienta el aceite de girasol Coosol en una sartén grande a fuego medio-alto. Coloca cuidadosamente la pizza en el aceite caliente y fríe hasta que esté dorada y crujiente, aproximadamente 5 minutos por lado.
Escurre las pizzas fritas sobre papel absorbente, adorna con albahaca fresca y sirve caliente.