Sumérgete en la dulce tradición japonesa con esta receta de dorayakis, los famosos pastelitos que han conquistado corazones alrededor del mundo. Con una textura suave y esponjosa y un relleno cremoso de anko, estos bocados son un verdadero deleite para los sentidos. Ideal para acompañar con té verde, los dorayakis ofrecen una experiencia única que te transportará directamente a las calles de Tokio.
Secretos para unos Dorayakis Perfectos
Antes de que empieces a mezclar y batir, aquí tienes algunos trucos que te ayudarán a lograr unos dorayakis de ensueño:
- Tamiza la harina: Esto garantiza una masa suave y sin grumos, lo que es esencial para conseguir la textura característica de los dorayakis.
- Consistencia de la masa: Asegúrate de que la masa tenga la consistencia adecuada; ni muy líquida ni muy espesa. Debe fluir suavemente pero mantener su forma al verterla en la sartén.
- Tiempo de reposo: Deja reposar la masa antes de cocinarla. Este paso es crucial para permitir que el polvo de hornear actúe y resulte en un pastelito más esponjoso.
- Calor uniforme: Utiliza una sartén de fondo grueso para distribuir el calor de manera uniforme y obtener una cocción perfecta sin quemar los dorayakis.
- Volteado delicado: Sé paciente y cuidadoso al voltear los dorayakis para mantener su forma y evitar que se rompan.
- Relleno de calidad: El anko, o pasta de judías rojas dulces, es el corazón del dorayaki. Usa una pasta de calidad o hazla en casa para obtener el mejor sabor.
Con estos consejos en mente, estás listo para crear unos dorayakis que no solo te encantarán a ti, sino que también impresionarán a amigos y familiares. ¡Que disfrutes de la magia de la repostería japonesa y la cocina internacional!
250 Kcal
4 comensales
25 minutos
Ingredientes
Realización
En un bol, tamiza la harina junto con la levadura química. Este proceso es crucial para evitar grumos y asegurar que la masa tenga la textura esponjosa característica del dorayaki.
En otro bol, bate los huevos con el azúcar hasta que la mezcla se blanquee y duplique su volumen. Añade la miel y mezcla suavemente. El uso de miel no solo endulza la preparación sino que también aporta un brillo natural a la masa.
Agrega el aceite de girasol Coosol a la mezcla de huevos y azúcar, integrándolo completamente antes de añadir el agua. El aceite de girasol es ideal para esta receta por su ligereza y porque no modifica el sabor de los demás ingredientes.
Vierte gradualmente los ingredientes secos en la mezcla líquida, removiendo constantemente para evitar la formación de grumos. Una vez obtenida una masa homogénea, deja reposar la mezcla durante unos 5 minutos. El reposo permite que la levadura actúe y haga que la masa sea aún más esponjosa
Calienta una sartén antiadherente a fuego medio y, usando un cucharón pequeño, vierte un poco de masa para formar un disco. Cocina cada lado por aproximadamente 2 minutos o hasta que estén dorados. Repite este proceso hasta acabar con la masa.
Una vez que los discos estén fríos, coloca una cantidad generosa de anko entre dos piezas, formando un sándwich. Asegúrate de distribuir el relleno de manera uniforme para que cada bocado sea perfectamente equilibrado.
