Cachopo

Para comenzar con tus cachopos, empiza por ablandar y aplanar los filetes de ternera, ayudándote con una piedra. Estos filetes son ideales para los cachopos por ser una carne tierna y fácil de manejar. Puedes utilizar 4 filetes o bien los librillos de filete, doblándolos por la mitad.

Salpimenta tus filetes a gusto y coloca un trozo del queso de fundir sobre cada uno, junto con una rodaja del jamón serrano. Cierra el filete doblándolo por la mitad, o bien cierra el librillo.

Ya tienes listo los cachopos con su relleno, ahora debes apretarlos para terminar de compactar los ingredientes por completo. Si ves que te cuesta mucho esto, puedes asegurar los cachopos con palillos de madera.

Pasa tus cachopos por el huevo batido y luego rebózalos en pan rallado. Si quieres que tus cachopos queden bien sellados, luego de la primera capa de pan rallado vuelve a pasar por el huevo y reboza nuevamente.

Hora de freír tus cachopos. Calienta una sartén a fuego medio con una cantidad generosa de aceite de girasol y ve pasando tus cachopos uno por uno por la sartén, asegurándote de que la temperatura del aceite no cocine de más por fuera y deje crudo por dentro.

Fríe los cachopos por aproximadamente unos 4 minutos de cada lado. Este tiempo debería ser suficiente para que se cocine la carne, el queso llegue a fundirse y para darle al exterior del cachopo una tonalidad dorada. En cuanto al punto de cocción para la carne que prefieras darles a tus cachopos, te recomendamos controlar el tiempo mientras fríes para obtener un resultado de tu agrado.

¡Ya están! Saca uno por uno los cachopos de la sartén caliente y deposítalos en una bandeja recubierta con papel absorbente para escurrir cualquier exceso de aceite que pudiesen tener. Si tus cachopos tienen un tamaño muy grande, recomendamos que sirvas las porciones en bandejas para cada persona, de otra forma será muy difícil comerlos. Otra alternativa es cortar tus cachopos en mitades, te rendirán más y serán más sencillos de servir.