Preparar un bizcocho tradicional no tiene mucha complejidad. Lo importante es usar la medida justa de los ingredientes y, por supuesto, usar una buena levadura que nos ayude a que el bizcocho suba y tenga una textura esponjosa. Acompáñalo de un café y tendrás la merienda perfecta.
846 Kcal
6 comensales
51 minutos
Ingredientes
1 medida de aceite de girasol
1 sobre de levadura
1 vaso de yogurt
2 medidas de azúcar
3 huevos
3 medidas de harina de trigo
Manteca
Ralladura de un limón
Zumo de un limón
Realización
Para poder disfrutar de tu bizcocho de toda la vida bien esponjoso, comienza por preparar los ingredientes y separar las claras de los tres huevos, de modo que te queden tanto las yemas como las claras en recipientes diferentes.
Toma un bol y agrega el vaso de yogurt, las medidas de azúcar, el aceite de girasol, la ralladura y el zumo de limón juntos y remueve muy bien tus ingredientes para integrarlos completamente y tener una suerte de pasta líquida.
Es momento de solidificar la mezcla. Agrega la harina de trigo junto con la levadura y vuelve a mezclar bien los ingredientes para que la mezcla de tu bizcocho tome una buena consistencia, sin ningún grumo. Para integrar tus ingredientes aún mejor, puedes ayudarte con una batidora eléctrica para mezclar. Ten en cuenta que, a mejor mezclado, más esponjoso quedará tu bizcocho de toda la vida.
Mezcla muy bien las claras de huevo con una batidora eléctrica hasta que te queden montadas a punto de nieve, y una vez lo consigas añádelas a la mezcla de tu bizcocho con una paleta de cocina, con cuidado de hacerlo muy despacio para que las claras montadas no se bajen en el movimiento.
Prepara un molde de forma circular y úntalo con la manteca y apenas un poco de harina espolvoreada para que tu bizcocho no se pegue durante el horneado. Vierte la mezcla del bizcocho en el molde ¡Y listo!
Precalienta el horno a 180ºC por al menos 10 minutos y, una vez que el horno esté a punto, mete el bizcocho y déjalo allí por 40 minutos con cocción tanto arriba como abajo, o como tu horno lo permita. El tiempo que el bizcocho esté en el horno también dependerá de cada horno, por lo que te recomendamos tener un ojo encima para evitar sacar el bizcocho del horno antes de tiempo, o bien quemar el bizcocho porque el calor del horno es muy fuerte. Para comprobar que tu bizcocho está listo, pínchalo con una varita de madera y, si sale limpia, significa que el bizcocho está listo.
Saca el bizcocho del horno y déjalo atemperar antes de desmontarlo del molde y servirlo en porciones.