Puerros con Queso de Cabra

Comienza tus puerros con queso, justamente, cortando el puerro en trozos medianos de aproximadamente 5 cm y asegúrate de quitarle las hojas que tiene por fuera. Deberías obtener rulos de puerro de unos 2 centímetros, más o menos.

Toma una cacerola y agrega agua con una pizca de sal y ponla a hervir a fuego medio. Una vez que el agua rompa hervor, agrega los puerros a la cacerola y déjalos cocinarse por aproximadamente 6 o 7 minutos. | Una vez que pase ese tiempo, retíralos del fuego, escúrrelos y deja reposar en un recipiente aparte.

Toma nuevamente las capas del puerro que separaste al principio y córtalas muy finamente, hasta que queden como palitos de paja. Colócalas en un contenedor y deja a un lado.

A continuación, debes batir el huevo y con él embeber los puerros ya fríos. Luego de esto, rebózalos en el pan rallado. ¡No utilices todo el huevo! lo necesitarás para el próximo paso.

Corta el queso de cabra en rodajas de grosor mediano, báñalas en un poco del huevo batido que preparaste e, igual que con los puerros, rebózalas en el pan rallado.

Utiliza una sartén medianamente profunda para no salpicar y coloca aceite para freír a fuego. Cuando notes que el aceite está lo suficientemente caliente, fríe primero el puerro cortado finito hasta que veas que se pone de color dorado. Una vez que pase esto, retíralo de la sartén y deja escurrir en papel absorbente de cocina.

Introduce los puerros apanados en la misma sartén y fríelos por unos minutos hasta que el apanado tome un color dorado. Procede a retirarlos de la sartén y dejarlos reposar también en papel de cocina.

Incorpora a la sartén las rodajas de queso de cabra y repite el proceso para freír, prestando especial atención a que no se desarmen por exceso de cocción. Una vez que termines, lleva el queso de cabra a otro contenedor con papel para absorber el exceso de aceite y deja reposar. | ¡Listo! Es hora de disfrutar este aperitivo. Recomendamos que lo acompañes con alguna salsa de tu preferencia para potenciar los sabores.